Introducción a la telesalud para la intervención temprana: Descripción general de los módulos de aprendizaje

Comportamiento de interferencia

Los niños pueden tener un comportamiento de interferencia. Los comportamientos de interferencia pueden obstaculizar el aprendizaje de su hijo, incluyendo su seguridad y la de los demás. Las intervenciones pueden ayudar a reducir el comportamiento de interferencia mediante la resolución de problemas y ayudar a su hijo a aprender otras formas de comunicarse. En general, estas intervenciones deben tener como objetivo mejorar la calidad de vida de su hijo. 

El comportamiento de interferencia puede incluir comportamiento autolesivo (como golpearse la cabeza contra el suelo o morderse), agresión hacia los demás (como golpear o empujar a otros), fuga o huida de los cuidadores, destrucción de la propiedad (como arrojar objetos pesados ​​o elementos frágiles) u otras formas de comportamiento que son potencialmente inseguras o muy perjudiciales para el aprendizaje de su hijo.

A medida que los niños crecen, a menudo se involucran en algunas formas de comportamiento de interferencia. No significa que los niños estén intentando portarse mal o hacer algo malo. El comportamiento de interferencia también puede estar indicando que hay otro problema, como que su hijo se siente mal o está cansado.

Es importante proporcionar una intervención positiva y proactiva al comportamiento de interferencia para que no persista ni empeore. Esta es un área donde el apoyo de profesionales ayudará a recopilar datos y a crear y ayudarlo a implementar un plan de intervención individualizado. La intervención a menudo se centra en ayudar a su hijo a desarrollar nuevas habilidades para comunicarse.

El comportamiento de interferencia puede indicar que hay un problema biológico o fisiológico que necesita atención, como que el niño está con dolor por un problema dental o se siente enfermo. Es importante discutir el comportamiento de interferencia con los proveedores de atención médica de su hijo. 

El comportamiento de interferencia puede convertirse en un medio para que los niños se comuniquen en situaciones en que no se están comunicando actualmente. Por ejemplo, un niño puede aprender que si muerde a su padre cuando le está peinando el cabello, este dejará de peinarle. Por lo tanto, el niño continuará mordiendo a sus padres cuando hay tareas y rutinas desagradables, para hacer que se detengan.

Los niños también pueden sentirse frustrados o molestos cuando las rutinas o las cosas cambian inesperadamente o son impredecibles.