Frontline Initiative: Advocacy and Voting

La importancia de votar cuando se tiene una discapacidad

Autor

Derek Vladescu es autodefensor y jefe de equipo de la Región 2 del Estado de Nueva York en Vestal, Nueva York. Puede ponerse en contacto con Derek en dvadvocateny@gmail.com

Derek Vladescu sonríe, tiene el cabello corto y oscuro, lleva una sudadera azul con cierre y pantalones cargo grises. Utiliza una silla de ruedas. Derek está en una habitación con estanterías de libros detrás de él, cajas de cartón a la izquierda, un poco de plástico de burbujas verde alrededor de un objeto desconocido en el suelo detrás de él. Hay un retrato de una persona en la pared detrás de él. Derek sonríe, tiene el cabello corto y oscuro, lleva una sudadera azul con cierre y unos pantalones cargo grises. Utiliza una silla de ruedas.

Derek Vladescu

Es importante que voten todos los electores legales. A lo largo de la historia de nuestro país, muchas personas han sacrificado sus vidas para garantizar nuestro derecho al voto. Estamos bendecidos por tener este derecho. Debemos seguir difundiendo el mensaje y luchar por una ciudadanía más comprometida para que nuestro sistema de gobierno funcione. El primer paso es educarse a uno mismo y a la población a la que se apoya sobre los temas y las personas a las que se puede votar, y luego salir a votar.

Sin embargo, les invito -como profesionales de apoyo directo a las personas con discapacidad- a que lo hagan lo mejor que puedan, ya que las cosas en la vida rara vez son perfectas.

Es posible que algunos de ustedes no hayan votado nunca, o solo unas pocas veces, y se sientan abrumados a la hora de completar esta tarea. Sin embargo, les invito -como profesionales de apoyo directo a las personas con discapacidad- a que lo hagan lo mejor que puedan, ya que las cosas en la vida rara vez son perfectas. Utilice Internet (por ejemplo, haga una búsqueda en Google) para investigar quién se presenta a qué puestos en su zona y cuándo. Conozca las fechas, horarios y lugares en los que puede votar. Esfuércese por incorporar el voto a la vida de las personas a las que apoya. Hay oportunidades de votar todos los años, no solo cada cuatro años por el presidente.

Dependiendo de las capacidades físicas y/o intelectuales de las personas a las que apoya, puede que tenga que hacer su parte del trabajo. Para saber qué defiende cada candidato, puede utilizar Internet, el boca a boca o consultar el periódico local u otras publicaciones disponibles. Incorpore esta nueva información a las conversaciones con las personas a las que apoya. Algunas posibles preguntas podrían ser:

  • ¿Creen que la policía está haciendo un buen trabajo, o deberían restringirse sus competencias?
  • ¿Debe nuestro país recibir y apoyar a los inmigrantes, o deben imponerse más restricciones en nuestras fronteras?

Puede hablar con las personas a las que apoya para saber qué temas apoya cada candidato. Intente ser objetivo y utilice lo que sabe para ayudarles a tener una visión equilibrada de los temas en los que los candidatos adoptan una postura. De nuevo, nadie espera que haga un trabajo perfecto o que cubra todas las bases. Trate de darle a los demás la oportunidad de tomar una decisión informada sobre a quién desean votar y qué temas desean apoyar.

Debo insistir -y quizá no haga falta decirlo- en que hay que respetar los deseos, o la falta de ellos, de los demás a la hora de votar, al igual que en otros ámbitos de la vida en común. Además, me gustaría reiterar que la mayoría de nosotros (si no todos) con discapacidad dependemos de los demás más que la mayoría de las personas para mantener una calidad de vida segura, accesible y digna. Por eso es tan importante que las personas con discapacidad vayan a votar. Votar es muy importante para que las personas con discapacidad sigan recibiendo los apoyos y servicios que tienen.

Debo insistir -y quizá no haga falta decirlo- en que hay que respetar los deseos, o la falta de ellos, de los demás a la hora de votar, al igual que en otros ámbitos de la vida en común.

Además, muchos de nosotros queremos más de lo que ya existe en la sociedad. Por ejemplo, he conocido a otras personas también atendidas por la Oficina de Personas con Discapacidades del Desarrollo del Estado de Nueva York (OPWDD, por sus siglas en inglés) que han defendido nuestro derecho a una calidad de vida segura y digna, y el derecho a vivir en el entorno menos restrictivo. Sus esfuerzos abrieron los ojos de varios políticos que entonces presionaron para que se cerraran los centros de desarrollo y se crearan oportunidades para una mayor integración en la comunidad de las personas con discapacidad. Me complace informarles de que, en los últimos años, parece que más personas con discapacidad disfrutan de lugares comunitarios -como bibliotecas públicas y restaurantes- que nunca. Le animo a usted, su DSP, a que ayude a las personas a las que apoya a integrarse aún más educando y apoyando suavemente a las personas con discapacidad para que voten siempre que sea posible.

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