Reportaje sobre adicción e IDD

De los editores

Nuestra imagen de portada muestra a un grupo de personas, con y sin discapacidad, creadas mediante indicaciones de inteligencia artificial. Difuminamos la imagen de uno de estos adultos para representar la pérdida que supone para nuestras comunidades que alguien sufra una adicción.

Una colorida imagen ilustrada con IA de cuatro personas con y sin discapacidad. Una de las personas está difuminada en píxeles.

Las personas con discapacidades intelectuales, del desarrollo o de otro tipo sufren de forma desproporcionada los estragos de la adicción. Los proveedores de tratamiento los rechazan, alegando que carecen de experiencia en el tratamiento de personas con enfermedades concurrentes. La mayoría de los programas de trastornos por consumo de sustancias no ofrecen materiales en lenguaje sencillo. Los profesionales de la salud, o incluso los familiares, pueden pasar por alto los primeros signos de adicción porque no creen que una persona con discapacidad intelectual pueda ser adicta a las drogas o al alcohol. Todo esto es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que los desencadenantes habituales de la adicción -altos índices de soledad, desempleo y exclusión- son los mismos que sufren habitualmente las personas con discapacidad.

Más de tres décadas después de la firma de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades, y con unas tasas de estrés y adicción que aumentan para todos nosotros, ya va siendo hora de abordar estas desigualdades.

Esta edición ofrece una visión del problema y analiza las nuevas mejores prácticas de tratamiento. Incluimos las adicciones al alcohol y a otras sustancias, pero también hablamos del consumo excesivo de azúcar y los problemas de adicción a los videojuegos. Cualquier cosa que se apodere de vidas e impida a las personas con discapacidad participar plenamente en sus comunidades es importante para nuestro campo.

Esperamos que esta edición le ayude a reflexionar sobre sus propias intersecciones con la discapacidad y la salud mental. Y esperamos que cuando se encuentre con esas encrucijadas en el trabajo, en casa o en la comunidad, utilice ese conocimiento para ayudar a crear mejores caminos hacia la recuperación.