Frontline Initiative: Los DSP utilizan el Código de Ética del NADSP
Utilizar un lenguaje sencillo
Aaron Van Beest y la persona a la que apoya hacen un rompecabezas juntos.
Como DSP, es importante que utilicemos un lenguaje sencillo en nuestro trabajo diario. Es posible que las personas a las que apoyamos no entiendan del todo la jerga profesional o las ideas complejas, por lo que un DSP debe ser capaz de reformular ciertas ideas o frases para que la persona a la que apoya pueda tomar una decisión informada y comprender algunas de las ideas más difíciles que intentamos transmitir.
Una de las formas en las que traduje términos desafiantes fue en una discusión con una persona apoyada después de que habíamos visto un video sobre derechos. La intención era informarles de sus derechos dentro de la comunidad y de su hogar. Habíamos visto juntos el vídeo y la persona apoyada participaba moderadamente viéndolo. Me di cuenta de que no entendían del todo algunas de las ideas y la jerga utilizadas. Una vez terminado el video, me senté con ellos y empecé preguntándoles si habían entendido el video y si tenían alguna pregunta. Les pregunté si entendían lo que se entendía por consentimiento. No conocían la palabra y les expliqué que las personas necesitaban permiso para tocarlas. Significa que los demás tienen que pedir permiso para abrazarles o tocarles en privado antes de hacerlo. También deben preguntar a los demás antes de tocarles, porque a algunas personas puede no gustarles que les toquen o no estar de humor para ello. Lo entendieron y dijeron que a ellos tampoco les gusta que les toquen sin que se los pidan primero. También les expliqué que el personal necesita permiso para hacer compras para ellos, con su dinero. El personal no puede gastar el dinero de ellos sin su permiso. Parecían entender que consentimiento significa permiso.
También les pregunté si entendían lo que significaba la frase “libre de abusos”. La persona apoyada dijo que no está permitido pegarles. Estuve de acuerdo y mencioné otros tipos de abusos, como que las personas usaran su dinero sin permiso, les gritaran, no les dieran comida o los asustaran. No sabían que todo eso también se incluía bajo la palabra “abuso”, y estaban de acuerdo en que tampoco eran cosas agradables.
También empezamos a hablar del derecho al voto. La persona apoyada no entendía qué era el derecho al voto. No entendían muy bien de qué se trataba, aunque ya lo habían oído antes. Les expliqué que votar era cuando una persona elige a quién quiere que dicte las leyes y tome decisiones sobre su comunidad. Les expliqué que tenían derecho a elegir a quien quisieran y que nadie podía decirles a quién debían elegir. Comprendieron esta idea, pero no estaban interesados en llevarla a cabo. Esto dio pie a una conversación sobre la libertad de expresión. Dijeron que no entendían esta frase. Se los expliqué de la manera más sencilla: que tenían derecho a decir lo que quisieran y a tener las ideas que quisieran. Que nadie puede decirles lo que tienen que decir y que pueden decir lo que piensan. Les gustaba que “nadie les dijera lo que tenían que decir”. Al final de nuestra conversación, sentí que comprendían mejor algunas de las ideas y la terminología del video. Sentían que tenían una mejor idea de lo que podían hacer si consideraban que sus derechos no eran respetados en casa por el personal o sus compañeros de habitación, así como en la comunidad.
Me guie con varios principios del Código de ética de la NADSP. Uno de ellos era el principio del respeto, y yo seguía este principio explicando las ideas difíciles de una manera más sencilla para que pudieran entender la información. Lo hice cuando les expliqué cómo son las distintas formas de “abuso” y cuando les expliqué su derecho a votar y lo que significa la libertad de expresión.
El segundo principio que seguí fue el de justicia, equidad e imparcialidad. Lo conseguí cuando les proporcioné información de forma clara para que conocieran mejor sus derechos humanos y cómo se les aplican en casa y en la comunidad en la que viven.
Cuando una persona tiene más conocimientos sobre las funciones de los DSP y no nos escondemos detrás de una terminología poco clara, mejora la seguridad y la responsabilidad de todos.
Facilitar información en un lenguaje sencillo, al igual que el concepto de consentimiento, conecta con el tercer principio de promover el bienestar físico y emocional.
Es importante utilizar un lenguaje sencillo y respetuoso para describir términos o ideas complejas sobre los servicios y apoyos que prestan los DSP. Facilitar y explicar la información honra el derecho de la persona a tomar decisiones con conocimiento de causa. Cuando una persona tiene más conocimientos sobre las funciones de los DSP y no nos escondemos detrás de una terminología poco clara, mejora la seguridad y la responsabilidad de todos.