Historia personal

Edición especial sobre la soledad y las personas con discapacidades intelectuales, del desarrollo y otras discapacidades

Como si a nadie le importara que estuvieras allí

Autor

Zach Taylor es artista y empleado del Town Line Redemption Center, un centro estatal de canje de botellas y latas. Vive en South Attleboro, Massachusetts.

Vivo en una residencia con personal y compañeros de piso, y a veces resulta abrumador. Desde que me mudé de casa de mi madre, ha sido difícil adaptarme a toda la gente, y todavía me estoy acostumbrando.

Para mí, la soledad es la sensación de que, aunque haya personas alrededor, sientes que a nadie le importa que estés ahí. Parece que nadie quiere salir contigo.

Un joven de piel clara y cabello castaño con perilla que lleva una camisa de cuadros rojos y negros sonríe mientras mira al frente. A su lado, una joven de piel clara y cabello castaño liso hasta los hombros, con una chaqueta morada, sonríe mirando al frente.

El autor con su amiga Shelby Richardi

Desde que he conocido a un par de amigos nuevos, me ha ido mucho mejor. Conocí a Shelby [Richardi, redactora de Impact para esta edición], y es mi mejor amiga. Siento que me ha cambiado mucho como persona. Es bueno tener a una mejor amiga con la que hablar. Antes me sentía solo, pero ahora tengo a alguien con quien pasar el rato y hablar por teléfono.

Una pintura de un lobo.

Una pintura de un lobo.

Ahora me acerco a las personas y les digo hola, ¿cómo va el día? Empiezo una conversación. Como ayer en el boliche, me acerqué a algunas personas. Soy tímido, pero cuanto más lo hago, más fácil me resulta.

Soy pintor y estaba pensando cómo dibujaría o pintaría la soledad. Es no tener a nadie con quien hablar. Parece que las personas ya no quieren conocerse. Están con sus teléfonos. Solía sentir que dondequiera que fuera, nadie quería ser mi amigo.

Ahora quiero salir y conocer a más personas. Aunque no consigas conectar, habrás hecho el esfuerzo de conocer a alguien.