Perfil del programa

Número especial sobre la transición en un contexto global para las personas con discapacidad intelectual, del desarrollo y otras discapacidades

Pequeño, pero dulce y exitoso

Autor

Bhuwan Kafley es responsable de los programas del Centro de Enseñanza y Aprendizaje Innovadores del Colegio Real de Timbu (Royal Thimphu College) de Timbu, Bután. Es posible contactarlo por medio del correo electrónico kafleybhuwan@gmail.com.

Llegada a BUTÁN

Como parte de una investigación de un proyecto en el Colegio Real de Timbu (Royal Thimphu College), participé en un programa de mentores que demostró ser una herramienta de transición eficaz para los estudiantes y jóvenes con discapacidades. Una vez finalizado el proyecto, el vínculo entre los mentores y los alumnos (estudiantes y jóvenes con discapacidad) se mantuvo, y todavía estoy en contacto con algunos de mis alumnos.

Una joven discapacitada con la que estoy personalmente en contacto es Mamta Biswa. Mamta se integró en el proyecto cuando solicitó y recibió una micro subvención para poner en marcha su negocio de panadería en casa. Como mentor, fue muy importante no sólo trabajar con ella de manera individual, sino también con toda su familia. A lo largo del proyecto, me esforcé por conocer a su familia. Cuando la conocí, la familia de Mamta tenía un pequeño restaurante cerca del Hospital Nacional de Referencia de Timbu. Después de analizar y comprender cuidadosamente su situación, la animé a poner en marcha el negocio. Como mentor, también la ayudé a comprar los productos básicos. Esto le dio mucha confianza y seguridad en el negocio. Fue increíble ver a unos padres tan solidarios, que también se involucraron y ayudaron a investigar y comprar un horno para el negocio de Mamta.

Cada uno de los coordinadores (mentores) contaban con algunos aprendices y, desde un principio, fue muy fácil ver que un fuerte apoyo familiar significaba una gran diferencia en la vida de los jóvenes con discapacidad. Este apoyo hizo que mi trabajo como mentor fuera mucho más sencillo e hizo que el plan de Mamta tuviera más éxito.

Una joven sonriente con una chaqueta rosa de plumas está sentada en una mesa con ingredientes para cocinar.

Mamta Biswa inició un negocio de repostería en casa.

Mamta estaba un poco nerviosa cuando se enteró de que su padre había sido trasladado a una zona remota de Bután, lo que significaba que ella también tenía que mudarse con ellos. Ella ya había hecho una buena conexión en su zona, en Timbu. Como mentor, la ayudé a ver esto como una oportunidad, de forma experimental, para iniciar su negocio en un nuevo lugar, donde los productos de panadería no son tan comunes. Mamta y yo intercambiamos ideas sobre lo que le gustaría a la gente en este nuevo lugar y cuál podría ser un precio adecuado y asequible para ellos. Con ello, hablamos de probar algunas recetas nuevas, añadiendo panes y bollos a sus actuales magdalenas. A Mamta le va muy bien en este nuevo hogar. Sus productos de panadería se venden muy bien y sigue ganando dinero de bolsillo y manteniendo a su familia como mujer independiente. Me siento muy orgullosa de poder orientar a Mamta virtualmente y ver que le va bien. Estoy seguro de que si este tipo de programas de tutoría continúan, nosotros, como amigos y simpatizantes de las personas con discapacidad, podremos seguir ayudando a nuestros amigos y a nuestra sociedad a alcanzar nuestro objetivo colectivo de inclusión. Yo sigo ejerciendo de mentor de forma voluntaria, pero si se incentivara esta labor, se producirían muchos más mentores que se animarían a sumar su energía a este maravilloso acto de humanidad.

Cuando inicié mi labor como coordinador de transición inclusiva en 2020, una de mis primeras tareas como mentor fue pasar tiempo con mis alumnos y conocerlos de manera individual. Ese fue un momento muy importante para mí como mentor, pues me permitió aprender mucho sobre cada uno de ellos, incluidas sus áreas de interés. Los animé a actualizar sus currículos y a tenerlos al día. También trabajamos en las habilidades laborales, y ayudé a localizar una oportunidad de prácticas para un estudiante. Ayudé a otro estudiante, que estaba interesado en el tenis, a presentarse al Comité Olímpico de Bután.

Sigo en contacto con mis otros alumnos del Colegio Real de Timbu (Royal Thimphu College). Me comparten sus problemas y preocupaciones, y yo trato de guiarles y capacitarles. Muchas veces, ellos mismos aportan sus propias soluciones. A veces lo único que tengo que hacer es escuchar, no sólo con mis oídos, sino con todo mi corazón.