40 Big Ideas
38. Un Código de Ética en constante evolución
Los profesionales de apoyo directo (DSP) desarrollaron un marco para guiarlos. Se centra en el respeto y la defensa de las personas con discapacidades. Le dice a los DSP cómo tomar buenas decisiones.
El Código de Ética de la NADSP se estableció a principios de la década de 2000 en respuesta al creciente reconocimiento de que los profesionales de apoyo directo (DSP) necesitaban un marco ético formal que guiara su trabajo. En aquel momento, el campo de las discapacidades intelectuales y del desarrollo (IDD) estaba evolucionando, con un énfasis cada vez mayor en los apoyos centrados en la persona, la inclusión en la comunidad y los derechos individuales. Sin embargo, los DSP carecían de una orientación estandarizada para afrontar los complejos retos éticos a los que se enfrentaban con frecuencia. (A estos retos éticos los denominamos «dilemas éticos»).
La Alianza Nacional para Profesionales de Apoyo Directo (NADSP), formada en 1996, comenzó a trabajar con personal de la Universidad de Minnesota y su Instituto de Integración Comunitaria (ICI) para crear un Código de Ética (COE) que reflejara los valores y responsabilidades de la profesión: la profesión de trabajar con personas con discapacidades intelectuales y del desarrollo (IDD). Gracias a la colaboración con los DSP, las personas que reciben servicios, los familiares y otras partes interesadas, la NADSP y el ICI publicaron en 2001 el primer conjunto completo de declaraciones y principios éticos.
El Código de Ética se convirtió en una piedra angular de la misión de la NADSP de elevar el papel de los DSP y promover servicios de calidad centrados en la persona en todo el ámbito de las IDD.
El Código de Ética de la NADSP es de vital importancia para el ámbito de las discapacidades intelectuales y del desarrollo (IDD), ya que establece un marco claro para la conducta profesional de los profesionales de apoyo directo (DSP). Este Código promueve valores centrados en la persona, como el respeto, la integridad y la defensa, que son esenciales a la hora de ayudar a las personas con discapacidades a llevar una vida autónoma y plena.
En un campo frecuentemente caracterizado por relaciones complejas y una visión paternalista de las personas con IDD, el Código de Ética ayuda a guiar a los DSP a la hora de tomar decisiones reflexivas y éticas. Hace énfasis en los derechos de las personas con discapacidades intelectuales y del desarrollo a tomar decisiones, expresarse y participar plenamente en sus comunidades. Al centrarse en la dignidad y la autonomía de las personas a las que apoyamos, el COE ayuda a prevenir el abuso, el abandono y la explotación, riesgos que históricamente han sido elevados para las personas con discapacidades.
Además, el Código eleva el estatus de los DSP al definir las expectativas profesionales y fomentar la autorreflexión y el crecimiento continuos. Legitima el trabajo de los DSP no solo como cuidadores, sino como profesionales cualificados y orientados a los valores. Esto es especialmente importante en un campo en el que los DSP suelen estar infravalorados a pesar de la naturaleza esencial de su trabajo. El Código también ayuda a proteger a los DSP al ofrecerles un estándar profesional al que pueden recurrir y en el que pueden confiar.
El futuro del Código de Ética de la NADSP tiene importantes implicaciones para la profesionalización y eficacia continuadas de los profesionales de apoyo directo (DSP). A medida que el campo de la IDD se vuelve más complejo —incorporando tecnología, uso de redes sociales e inteligencia artificial, un aumento en los servicios individualizados y atendiendo a poblaciones cada vez más diversas—, el COE seguirá siendo una herramienta vital para guiar la toma de decisiones éticas y brindar un apoyo coherente y basado en valores.
La NADSP ha reunido a un grupo nacional de expertos para revisar y mejorar el código ético creado en 2001. Esto implica nuevamente la colaboración entre la NADSP, la ICI y muchas otras entidades. Se han llevado a cabo veintiún grupos de discusión y tres talleres de validación de medio día con DSP y supervisores de primera línea, que culminarán en una gran cantidad de datos que servirán de guía para la revisión y las consideraciones éticas del COE. Junto con un COE revisado, una guía práctica aclarará algunos aspectos de la práctica ética. Estas revisiones se publicarán en 2026 y servirán como base ética para quienes trabajan en el apoyo a personas con discapacidades intelectuales y del desarrollo.